PAELLERA INDUCCION ESMALTADA 38 CMS

Paellera en acero esmaltado de 2 asas
Las paellas de inducción «Pata Negra» tienen la base plana y de mayor espesor, chapa de acero de 2 mm de espesor
Lo que facilita la transmisión del calor y las hace más resistentes a la deformación
Recubrimiento de esmalte vitrificado facilita su mantenimiento.
Están diseñadas especialmente para su uso en cocinas vitrocerámicas y de inducción, aunque se pueden utilizar con todo tipo de fuegos. Recomendaciones de limpieza: Las paelleras esmaltadas no necesitan un cuidado o mantenimiento especial, recomendamos utilizar estropajos y productos que no rayen para no deteriorar el esmalte, al contrario que las paellas pulidas, las esmaltadas sí que se pueden dejar secando al aire libre y una vez secas guardar como cualquier otro utensilio de cocina.

Recomendaciones de limpieza y mantenimiento

Las paelleras de acero pulido requieren un cuidado especial para mantenerlas en las mejores condiciones y evitar la oxidación.

1. Antes del primer uso, hay que lavarla bien para eliminar la capa anti-oxidación especial del fabricante. Se puede hacer con agua caliente y jabón. Aunque es mejor, calentar un poco de agua en la sartén con un chorrito de vinagre, cocinar a fuego lento durante 10 minutos más o menos, y luego lavar.
2. Asegúrese de secar bien la paellera y luego cubrir el interior con un poco de aceite vegetal. Esto sella la superficie para evitar la oxidación. Este tipo de paelleras deben ser limpiadas a mano (no son aptas para lavavajillas). No secar al aire.
3. Al tratarse de un producto fabricado en acero y para mantenerlas en perfectas condiciones, una vez secadas deben ser recubiertas con una fina capa de aceite vegetal para evitar la oxidación, luego deben almacenarse en un lugar fresco y seco hasta su próximo uso. Se recomienda envolverla en papel dentro de una bolsa de plástico.
4. No dejar la paellera vacía sobre el fuego directo más de unos segundos. El metal podría recalentarse, lo que podría provocar una mancha oscura en el centro.

Si olvida guardarla o seguir las recomendaciones y se oxida antes de su próximo uso, no se preocupe. Basta con retirar el óxido con un estropajo de acero (se desprende fácilmente) antes de usarlo.